Los carnavales del centro del Perú se caracterizan por sus espectáculos que realzan las tradiciones autóctonas. Las regiones expresan lo mejor de su cultura con vistosos pasacalles y llamativas actividades a los que puedes acudir en los meses de febrero y marzo.
En el Carnaval del Tinkuy de Huánuco, los lugareños de los pueblos de Utao y Tambogán recuerdan el enfrentamiento entre los indígenas y los españoles, pero esta representación tiene una peculiar variación en la que puedes participar. Se hace un alto al desfile para que hombres y mujeres se lancen naranjas, y al final de la batalla todos bailan para alejar las malas vibras.
Si en Huánuco usan las naranjas, en Huancavelica emplean las tunas durante el Carnaval de Huaytara. La danza del Tunas Pukllay es solo para los valientes que se atreven a luchar sobre estas frutas llenas de espinas, una peculiar tradición en agradecimiento a la Madre Tierra. En esta fiesta costumbrista, las mujeres usan polleras coloridas y los hombres vistosos sombreros.
La religiosidad la encontrarás en Áncash, pues durante el Carnaval Huaracino se realiza el Encuentro de Cruces en el que se presentan cuatro tipos de cruces decoradas con flores multicolor: dos provienen de zonas rurales y las otras son de la ciudad. Para los lugareños son los símbolos sagrados que protegen a esta región costera.
Aprovecha las ofertas y sé parte de las tradiciones del interior del Perú en estos carnavales costumbristas de Huánuco, Huancavelica y Áncash; que sobresalen en el centro del país por estar llenos de cultura y religiosidad.