Mala

Mala inaugura su primera ruta turística llamada: “Sendero Maleño: entre mar, cultura y valle”, con una propuesta innovadora e inclusiva, diseñada para que todas las personas, en igualdad de condiciones, puedan disfrutar de los impresionantes paisajes de este distrito. 

Cada uno de los puntos de visita cuenta con paneles informativos que narran la historia y destacan detalles únicos de cada lugar. Estos paneles incluyen textos en braille para personas con discapacidad visual y un código QR que dirige a los visitantes a un video informativo, donde una persona local describe el recurso y esto es traducido al lenguaje de señas. 

Esta ruta incluye 7 recursos turísticos emblemáticos que no debes dejar de visitar: 

1. Playa y malecón de Bujama  

En la parte costera del valle de Mala, se ubica Bujama que en épocas prehispánicas era refugio de pescadores indígenas y posteriormente, según Raimondi y Ricardo Palma, refugio de esclavos cimarrones.  

¿Y qué significa Bujama? Cuenta la leyenda, que su nombre proviene de “Bruja Mama”, en referencia a las mujeres misteriosas que habitaron la zona en tiempos antiguos.  

Hoy Bujama alberga una playa, del mismo nombre, que se extiende a lo largo de 3.6 km de arena dorada y se caracteriza por el sonido del mar y el canto de las aves, que son la música perfecta para relajarse y desconectarse del bullicio de la ciudad. Desde la playa, se observa una imponente isla guanera, lugar que recuerda la importancia histórica de la región como exportadora de guano durante el siglo XIX 

Actividades: 

- Pesca artesanal

- Camping

- Actividades acuáticas

- Fotos (instalación de pérgolas de bambú y el entorno natural

Crédito: Profonanpe 

2. Playa Barcelona 

Playa Barcelona te invita a descubrir sus 760 metros de arena dorada, donde la constante temperatura de 24°C y el oleaje tranquilo crean el ambiente perfecto para relajarte en cualquier época del año. 

Al adentrarte en la playa, te encontrarás con el sitio arqueológico Barcelona, cuyos vestigios te conectarán con la rica historia de los antiguos habitantes de la región. 

Además, este paraíso es ideal para la observación de aves. En su entorno natural, podrás admirar al piquero de patas azules ejecutando su elegante danza de cortejo, al peculiar zarapito pico curvo y a los veloces playeritos areneros, dejando sus huellas en la arena. Durante el invierno costero, la playa se convierte en un santuario para aves migratorias, como los ostreros americanos, que encuentran alimento en este refugio natural. 

Actividades: 

- Pesca artesanal

- Observación de aves

- Camping

- Actividades acuáticas;

- Fotos (instalación de pérgolas de bambú y el entorno natural)

3. Fundo Mi Viejo Querido  

Hace más de 80 años, Martín Chumpitaz transformó esta tierra, inculcando en sus hijos el respeto y amor por ella. Hoy, su hija Jacinta Chumpitaz sigue el legado de su padre liderando una finca agrícola que combina prácticas ecológicas y ancestrales, como los zanjones y drenes. 

Durante la visita, podrás explorar cultivos de ciruelas, paltas, mangos y otros frutales, descubriendo las distintas etapas de su ciclo de vida, desde la preparación del suelo hasta la cosecha. También encontrarás una variada selección de uvas, cada una con características únicas que reflejan la riqueza del valle de Mala. Además, el producto estrella: el plátano maleño, en variedades como seda, isla, sedón y manzanillo, cultivados con agua subterránea y madurados en la planta, lo que les otorga un color y sabor excepcional. 

La visita concluye con la pesca de tilapias, criadas en pozas naturales y cristalinas. A unos 20 metros, encontrarás un árbol de uvas de 100 años de antigüedad, donde podrás experimentar la paz y calma que solo la naturaleza puede ofrecer. 

Actividades: 

- Agricultura vivencial

- Pesca

- Artesanías

- Compra de productos (chifles maleños)

Crédito: Profonanpe 

4. Plaza de Armas de Mala  

La Plaza de Armas de Mala, fundada el 23 de septiembre de 1862, es un espacio vibrante y lleno de tradición. En su centro se encuentra la imponente Glorieta Oriental, construida en 1849 por la comunidad china. Este monumento no solo es un símbolo de hermandad y gratitud, sino también un recordatorio palpable de la generosidad que define a Mala, incluso más de 200 años después. Erigida por aquellos que llegaron a la región tras la abolición de la esclavitud, esta glorieta es un testimonio de cómo diferentes culturas pueden unirse y dejar una huella profunda en el corazón de un pueblo. 

Datos curiosos: 

- El distrito de Mala, alberga vestigios de más de 8,000 años de antigüedad en el sitio arqueológico El Salitre, revelando las huellas de las antiguas culturas: Ishma y Wari.

- En Mala se criaron los temidos toros Arabi Pacha, famosos por su bravura. Toreros como Ángel Valdez se enfrentaron a ellos

Crédito: Profonanpe 

5. Iglesia Matriz de San Pedro de Mala  

Ubicada en la misma plaza de Armas y consagrada a San Pedro, patrono de los pescadores, tiene sus raíces en el siglo XVI y se ha convertido en un símbolo de fe e identidad para toda la comunidad. Desde aquí, se ha acompañado a generaciones de maleños en sus momentos de alegría, esperanza y reflexión. 

Su arquitectura, con una elegante fachada de estilo colonial español, se destaca por la sobriedad y elegancia. Asimismo, en la bóveda principal se posa el altar mayor, dedicado a la Virgen del Carmen. Una verdadera muestra del arte sacro. 

Cada 29 de junio, Mala no es ajena a la celebración de San Pedro, festividad representativa del distrito el cual se celebra con misas, procesiones y actividades diversas. 

Actividades: 

- Fotografías

- Ceremonias religiosas

Crédito: Profonanpe 

6. Capilla de San José del Monte  

En el apacible Valle de Mala, la Capilla de San José del Monte se alza como un santuario de fe y unión comunitaria. Esta capilla fue construida en 1982 gracias al esfuerzo colectivo de los pobladores y devotos, tras la Reforma Agraria de 1969 que transformó el paisaje social y económico del valle. 

Cada 19 de marzo, el mundo católico celebra a San José, y esta capilla no es la excepción. Desde el día 18, se llenan sus espacios con fieles que llegan para rendir homenaje en procesión y misas organizadas por el párroco de la iglesia matriz.  

7. Mirador de San José del Monte 

El mirador de San José del Monte fue construido por aproximadamente 30 personas, la mayoría mujeres, quienes erigieron alrededor de 133 escalones que conectan la pista con la parte más alta del cerro, transformando así la vida de decenas de pobladores. 

Una vez arriba, encontrarás el mirador turístico de San José del Monte, desde donde se aprecia el majestuoso valle de Mala y una variedad impresionante de aves, principalmente el aguilucho.  

Ahí encontrarás unas alas hechas a base de botellas recicladas, pintadas con los colores que representan a la población y el orgullo de su entorno: el amarillo por los plátanos maleños, el rojo de la garra y coraje de la gente, el verde del fértil valle que los rodea y el celeste del río y las playas que bañan el distrito.  

Actividades: 

- Fotografías

- Observación de aves

- Caminata sencilla

Crédito: Profonanpe