Advertencia: Lee esto con la luz prendida, ¡no vayas a llevarte más de un susto!
Viajero, hoy nos aventuramos a descubrir leyendas peruanas que, a través de los años, han despertado intriga y misterio en nuestra ciudad capital, ¿te atreves a conocerlas? lee con atención y prepárate para caminar con nosotros por las calles del Centro Histórico de Lima y alrededores para conocer más de nuestras historias de terror.
Historias misteriosas del Cementerio Presbítero Maestro
Hablar de cementerios siempre nos pone la piel de gallina, pero si hablamos del Presbítero Maestro también nos hace pensar en nuestra propia identidad, pues es uno de los cementerios más antiguos de Lima, que tiene entre sus huéspedes a personajes famosos que dejaron su huella en nuestra historia.
El legendario e histórico cementerio Presbítero Maestro
Entre sus pabellones y largos corredores, podemos apreciar filas de nichos, mausoleos de familias importantes y presidentes de la República, así como la famosa Cripta de los Héroes donde se encuentran restos de los héroes de la Guerra del Pacífico, como nuestro Almirante Miguel Grau. El cementerio está adornado de bellas esculturas en mármol de distintas formas y tamaños que nos recuerdan sobre la antigüedad de este lugar, entre muchos otros distintivos que nos sorprenden a cada paso que damos.
El pabellón de los suicidas es un punto de donde nacen muchas leyendas peruanas que despiertan nuestra curiosidad. Aquí se encuentra la tumba de Gregoria Camacho, a quien se le conoce como la Bruja Mala y que tiene el singular símbolo de la muerte (una calavera con dos huesos cruzados) esculpido en su lápida. Dicen que cuando fue enterrada, su lápida tenía símbolos religiosos como sucede con las tumbas de cualquier otra persona fallecida, pero misteriosamente la lápida se rompió.
Cuando se intentó colocar una nueva lápida con los mismos símbolos, apareció nuevamente rota. Entonces, finalmente, se le colocó una lápida con el símbolo de la calavera y desde entonces no se ha vuelto a romper, lo que hizo que una nueva leyenda peruana naciera. Dicen que hasta ahora su tumba es visitada por chamanes y curanderos locales. ¿Por qué será?
Tumba de "La bruja mala". Imagen: Brenda Senmache (lima-paranormal.blogspot.com)
Otra de las historias famosas en este Pabellón es la de los primos que se amaban pero que al ser un amor imposible decidieron suicidarse juntos. También está la historia del boticario que en 1926 y presa de los celos, asesinó a su joven pareja para luego quitarse la vida. Historias que hasta ahora resuenan entre las paredes del cementerio.
Por otro lado, en el Parvulario o Pabellón de los Moros, donde se encuentran enterrados niños pequeños, encontramos las muy conocidas historias de duendes. Se dice que los duendes son las almas de los niños que al no ser bautizados no fueron ni al cielo ni al infierno, por lo que se quedaron en este mundo vagando sin rumbo. Al ser niños, su tamaño nunca cambia - ni siquiera después de la muerte - pero sí su aspecto a través de los años. Por eso se dice que los duendes son chiquitos pero ancianos.
Según cuenta el historiador Gubén Chaparro, en este Pabellón se encuentran niños que murieron producto de una pandemia, de los cuales unos 4575 no estaban bautizados. A medida que pasaron los años, sus almas se convirtieron en duendes y es la razón por la que se dice que en el Cementerio aún rondan estos pequeños personajes haciendo todo tipo de travesuras. ¿Te atreverías a pasear por sus pasillos?
No podemos hablar del Presbítero Maestro y de leyendas peruanas sin hablar del niño Ricardito, quien es motivo de visitas de innumerables personas fieles que le oran y le piden por la salud de sus familiares, especialmente niños. Según el blog “El Misterio del niño Ricardito”, no se sabe cómo o desde cuándo nació este fervor. El nombre del niño era Ricardito Espiell Barrionuevo y falleció a los 6 años por una enfermedad. Su padre, un secretario del ex presidente Manuel Pardo, mandó a construir una estatua en el cementerio para recordarlo.
Es a esta escultura a la que los fieles le rinden homenaje, dejando cartas e incluso regalos y juguetes para que les cumpla su milagro. Muchas de estas personas afirman que el niño les ha cumplido sus deseos y es por eso que la fe en él vive todavía. ¡Es una leyenda peruana que aún vive popularmente entre los limeños!
La tumba del niño Ricardito.
El famoso asesinato en el Hotel Comercio
En la cuadra 1 de la Calle Carabaya, frente a la estación de Desamparados (hoy Casa de la Literatura) y al Palacio de Gobierno, en el tercer piso del famoso y legendario Bar Cordano, había un Hotel llamado Comercio. En él, en el año 1930, se llevó a cabo un sanguinario crimen que remeció a Lima en esa época y que aún sigue siendo motivo de conversación.
Imagen: airfrance.com.ar .Los exteriores del antiguo Hotel Comercio
El 24 de junio de aquel año, un ciudadano español llamado Genaro Ortiz junto a un compatriota, Marcelino Dominguez, se hospedaron en la habitación 89 de dicho hotel, luego de llegar de Bolivia con un supuesto botín de joyas robadas. Ya en la habitación, ambos sujetos sostuvieron una pelea que culminó con el asesinato de Dominguez de la manera más macabra: mientras dormía, Ortiz salió a buscar un martillo y un serrucho en las calles aledañas, al regresar asesinó a su acompañante y luego lo descuartizó colocando las partes de su cuerpo en dos maletas.
Con una mente calculadora, el asesino dejó ambas maletas en otro hotel frente al teatro Municipal y luego partió al Callao. Posteriormente, se encontraron dichas maletas y Ortiz fugó a Panamá, donde sería apresado. Pero el daño ya estaba hecho: la ciudad entera se paralizó, jamás había sucedido un crimen de esta magnitud y grado de violencia en Perú y rápidamente se convirtió en la historia de interés de los limeños que seguían cada actualización de la noticia con gran fascinación y horror.
Luego del asesinato, el hotel Comercio tuvo que cambiar la numeración de las habitaciones porque ningún huésped quería hospedarse en la habitación 89, donde sucedieron los hechos. Pero más allá de eso, la voz popular decía que el lugar estaba cargado de la energía del horrendo acto, por lo que el hotel decayó en clientela estrepitosamente. Finalmente, cerró sus puertas en los años 50. Actualmente ese tercer piso está desocupado y si caminas por esa calle aún lo puedes ver como se dejó: oscuro, vacío y lleno de misterio.
El cadete fantasma del colegio Leoncio Prado
¿Conoces a alguien que estudió aquí? Las paredes del colegio cuentan una leyenda urbana que muchos exalumnos y profesores aún recuerdan. Antiguamente, en el legendario colegio Leoncio Prado, ubicado en La Perla (Callao), existía un edificio llamado La Siberia que fue construido con la misión de entretener a los alumnos. Sin embargo, con los años se convirtió en un lugar de guardia y también de castigo por ser un lugar muy frío y oscuro.
Antiguo pabellón “La Siberia” en el colegio Leoncio Prado. Imagen: moleskinearquitectonico.blogspot.com
Según la escritora Irene Corzo, muchos de los alumnos que pasaban la noche ahí aseguran haber experimentado algún tipo de actividad paranormal. Algunos veían a un cadete con el uniforme antiguo haciendo guardia, otros escuchaban pisadas fuertes, otros veían sombras en los oscuros pasillos seguidos por un inmenso silencio y no faltaron las historias de alumnos que terminaban con shock nervioso por tener estas experiencias. Según la voz popular, el fantasma que habitaba ese edificio tenía nombre y apellido y es el cadete Diulio Poggi quien ingresó al colegio en 1945 y falleció trágicamente un año después, defendiendo a una joven mientras esta era atacada por un ladrón en un tranvía. A la corta edad de 16 años, Poggi se convirtió en una imagen importante para el colegio, pues representaba la valentía y heroísmo de los cadetes y es la razón por la que hay un pabellón con su nombre.
Hoy en día, el pabellón La Siberia ya no existe. Fue demolido como parte de la renovación del colegio para así construir un nuevo y moderno pabellón para recibir a nuevos alumnos. Suponemos que las apariciones paranormales pararán después de esto… ¿o no?
Como ya viste, viajero, ¡Lima tiene muchas historias qué contar! Estas solo fueron algunas de las que despiertan curiosidad para ir y recorrerla. ¿Te atreverías a descifrar sus misterios?