Cuando hablamos de Cajamarca, pensamos en su historia, su gente, su increíble gastronomía ¡y su música! Y en el corazón de esta tradición sonora se encuentra el clarín cajamarquino, un instrumento único que, como muchos de los tesoros de nuestra tierra, nació de la mezcla de las culturas y de la creatividad de los pueblos andinos.
¿Qué es el clarín cajamarquino?
Es importante destacar que el clarín cajamarquino, tal como lo conocemos hoy en día, no formaba parte de la cultura prehispánica de Cajamarca. Sin embargo, existían instrumentos similares, como las quepas, que se asemejaban a trompetas y estaban fabricados en metal.
Entonces, ¿cómo nace el clarín cajamarquino? Este instrumento musical es el resultado del mestizaje cultural. La llegada de los españoles tuvo un papel clave en su creación, ya que trajeron consigo el carrizo, una planta que inicialmente se usó para la construcción de viviendas.
Con el pasar del tiempo, este recurso se adaptó y se transformó en un instrumento musical, fusionando las costumbres de los antiguos cajamarquinos con los materiales traídos por los colonizadores.
Pero más allá de ser solo un instrumento de música, el clarín tiene un profundo significado social en Cajamarca. Su función principal consistía en convocar a la comunidad para llevar a cabo trabajos agrícolas colectivos, como las mingas, la limpieza de acequias o las cosechas.
Más que un elemento musical, el clarín era el vínculo que unía a las personas, fortaleciendo el sentido de colaboración y la identidad colectiva de los cajamarquinos.
El origen del clarín cajamarquino
Aunque existen muchas versiones sobre sus orígenes, todas coinciden en que el clarín cajamarquino tiene su origen en los tiempos de la colonia, cuando las comunidades mestizas de la sierra norte de Perú empezaron a adaptarlo, darle forma y definir su uso.
El Obispo de Trujillo, Jaime Martínez de Compañón, en 1784, dejó un testimonio gráfico de este instrumento en una acuarela que muestra la cosecha de los cultivos, en la cual aparece el clarín.
Si bien algunos historiadores sitúan la aparición del clarín en el siglo XVII, lo cierto es que su uso comenzó a expandirse como parte de las actividades agrícolas y, por supuesto, de las fiestas y celebraciones populares de la región.
¿Cómo se construía el clarín cajamarquino?
Hasta los años 60, se tuvo una tradicional forma para construir el clarín, la cual fue transmitida de generación en generación.
Lo primero era elegir el carrizo o la caña de castilla. Para ello, los pobladores de algunos distritos como Chetilla y Porcón se trasladaban caminando o montados en burros o caballos, hasta el distrito de Jesús para cortar este carrizo, conocido por ser el mejor de la zona.
La recolección se hacía durante el mes de enero, cuando se celebraba la fiesta del Niño Jesús. Luego de que los pobladores disfrutaran de la fiesta, juntaban los carrizos y los llevaban para dejarlos secar en las paredes donde no les llegaba el sol directamente. Posteriormente, los colocaban en medio de estacas de madera para que se mantuvieran derechos, por unos tres o cuatro meses.
En ese entonces, para construir este instrumento, era laborioso debido a la falta de herramientas apropiadas. Pero los cajamarquinos encontraron formas ingeniosas de realizar este peculiar instrumento.
Después de seleccionar el carrizo, maduro y seco, se medían las longitudes a brazadas, sesmas y dedos de acuerdo a las medidas del cuerpo del constructor. ¡Un trabajo hecho con mucha paciencia, sabiduría y creatividad!
La parte más difícil era hacer la boquilla, una zona por donde el músico debía soplar, y que se decía que solo los más fuertes y valientes podían realizarlo. Incluso, los músicos de la época se frotaban los labios con rocoto, ya que tocaban un instrumento de difícil manejo, pero con un sonido inconfundible.
Un símbolo vivo de Cajamarca
Hoy en día, el clarín cajamarquino es uno de los instrumentos musicales más peculiares de la región andina. Debido a su valor histórico, el Gobierno lo declaró Patrimonio Cultural de la Nación, reconociéndolo como un elemento fundamental en la construcción de la identidad cajamarquina y en el territorio nacional.
Con el paso de los años, la técnica y su construcción han evolucionado. Si bien los materiales como el carrizo siguen siendo fundamentales, el proceso ha sido modernizado para hacer más accesible el instrumento a las nuevas generaciones de músicos.
Ahora, en lugar de utilizar las herramientas rudimentarias tradicionales, se incorporan materiales como calabazas y cordel de algodón torcido untado con cerote, que permiten mayor precisión y durabilidad.
Sin embargo, el espíritu del clarín sigue siendo el mismo: un instrumento que resuena con la identidad y el alma de los cajamarquinos. Con su sonido vibrante, este elemento musical sigue siendo el protagonista de las fiestas, celebraciones y manifestaciones culturales de Cajamarca, un recordatorio de la conexión de la comunidad con su tierra y sus tradiciones.
¿Por qué deberías visitar Cajamarca y escuchar el clarín?
Cajamarca no solo es conocida por su rica historia y hermosos paisajes, sino también por su vibrante tradición musical. Si eres un amante de la cultura y las experiencias auténticas, este destino es imperdible, especialmente para disfrutar de su emblemático clarín.
A lo largo del año, la región celebra diversas festividades donde el clarín tiene un papel fundamental. A continuación, conoce algunas de ellas:
- Semana Santa: del 13 al 20 de abril
- Día del Clarinero y Cajero Cajamarquino: segundo domingo de junio
- Corpus Christi: 19 de junio
- Fiestas Patrias: 28 y 29 de julio
Ya sea en una fiesta popular, una feria agrícola o una celebración tradicional, el sonido del clarín te llevará directo al corazón de Cajamarca, donde los músicos locales tocarán este instrumento ancestral que sigue uniendo a las generaciones.
Así que, si estás buscando una experiencia genuina, una en la que puedas conectar con las raíces de la sierra norte, no dudes en incluir a Cajamarca en tu lista de destinos. Vive la historia, la música y la magia de un lugar que sigue vibrando con el sonido del clarín.
¡Te esperamos en Cajamarca, donde la tradición suena fuerte y claro!
¡Escríbele a los expertos!
Si desear saber más sobre este histórico instrumento, no dudes en contactar al Museo Taller del Clarín Cajamarquino al 964 595 050. ¡Solo recuerda coordinar tu visita con anticipación!
Y si quieres saber más información acerca de los destinos turísticos de la región Cajamarca puedes contactar a los especialistas de IPERÚ al (51-1) 616 73 00, anexo 1844 o enviar un correo electrónico a [email protected].
La oficina se encuentra en Jr. Cruz de Piedra 601, a una cuadra de la Plaza de Armas de Cajamarca.
Además, puedes comunicarte a través del número de WhatsApp (51) 944-492-314, disponible de lunes a domingo durante las 24 horas del día.
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